Un “maso” tradicional (casa de campo alpina) transformado en una residencia de lujo acorde con la espectacular belleza de los Dolomitas. El uso de la plataforma IdealPark IP1-HMT V07 ha permitido proteger el paisaje sin renunciar a un gran aparcamiento en el interior del edificio.
Los picos, que se tiñen de rosa al atardecer, son solo el broche de oro del increíble espectáculo que ofrecen constantemente los Dolomitas, Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO desde 2009. Por eso, no sorprende que algunos de los destinos vacacionales más famosos de del mundo, los destinos favoritos de la jet set internacional se encuentran a pocos kilómetros. Uno de estos destinos es Calfosch en Alta Badia, a la sombra de la imponente sierra del Sella, a poca distancia de Val Gardena.
Para Ingrid Declara, propietaria de la residencia Luch de Costa, honrar toda esta belleza es una responsabilidad. Porque la belleza hay que protegerla y cuidarla: este es el eje central de la rehabilitación de la antigua masía familiar transformada en residencia Lüch de Costa. Un proyecto encargado al arquitecto Erich Agreiter, en el que nada se deja al azar. Cada detalle forma parte de un total look en el que tradición y modernidad se combinan en un perfecto equilibrio entre bienestar y diseño.
Los interiores y las suites retoman los materiales y colores de la arquitectura tradicional, transformándolos en algo nuevo, pero familiar; combinándolos con la técnica para conseguir un objetivo: la belleza y la funcionalidad. En pocas palabras, diseño.
Las líneas limpias de los exteriores reinterpretan la arquitectura de la casa de campo respetando plenamente las numerosas limitaciones impuestas por el municipio de Bruneck en la protección del paisaje y la zona. El resultado es moderno y familiar, encajando perfectamente en la belleza del paisaje circundante: la madera y la piedra de Luch de Costa se convierten en una extensión de los propios Dolomitas.
La inclusión del garaje subterráneo, al que se accede a través de la plataforma diseñada por IdealPark, es la expresión perfecta de esta idea: mantener intacta la esencia del lugar y el paisaje bajando a la roca y accediendo a espacios de lujo que acogen e invitan entras. Las barreras internas y externas desaparecen, haciéndose permeables. El lujo es belleza, el diseño un lugar de encuentro entre belleza y funcionalidad. IdealPark ofreció la mejor solución técnica posible para hacer realidad el sueño de Ingrid: restaurar la vida de Luch de Costa y agregar un toque de belleza al extraordinario paisaje de los Dolomitas.
El montacoches IdealPark vuelve a ser el aliado del diseñador en este proyecto para crear un espacio vertical donde no se puede crear una rampa por restricciones de espacio. En edificios donde el nivel del aparcamiento está unos diez metros por debajo de la superficie de la carretera, crear una rampa con una pendiente ideal (máximo 20%) significa tener mucho terreno para construir (es decir, necesita una rampa de al menos 50 metros de largo). Un montacoches solo ocupa el espacio necesario para implementar el sistema. Esta es la ventaja de estos sistemas de estacionamiento.
En este edificio, la zona de aparcamiento de coches se encuentra en la tercera planta subterránea, ya que las dos primeras plantas subterráneas se utilizan para alojamiento y zona de bienestar. Tener que construir una rampa solo para llegar a un solo piso subterráneo a 10,37 metros por debajo de la superficie de la carretera no es beneficioso ni desde el punto de vista funcional ni estético. La plataforma IdealPark, sin embargo, conserva todo el espacio exterior que puede destinarse a jardines o patios.
El modelo de elevador de coches elegido para este proyecto es el
IP1-HMT V07.
Dado que el habitáculo del ascensor está situado en el exterior del perímetro del edificio y existe un revestimiento aislante (no portante) en las paredes exteriores del edificio, ha sido necesario utilizar anclajes metálicos especiales para su fijación a las partes estructurales del edificio. edificio.
En este caso, para ocultar el ascensor y también aumentar la protección contra la intemperie (ya que las temperaturas también son muy bajas y las nevadas son habituales), se creó una cubierta a dos aguas que unía el habitáculo del ascensor a la arquitectura del resto del edificio. , consiguiendo un resultado único en armonía con el entorno y creando una sensación de orden y ordenación de los espacios.
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